Publicado: 3 de Mayo de 2016

Mañana, 4 de mayo de 2016, pretende ser proclamado el primer Día Mundial de la Salud Mental Materna. Con esta finalidad, un considerable número de organizaciones de diversos países ha lanzado una campaña mundial para conseguir el apoyo del público y de otros organismos en este cometido (para más información consultar aquí).

Para conocer los motivos y beneficios que justifican la necesidad de dedicar un día mundial a los problemas de salud psicológica asociados al periodo perinatal (embarazo, parto y posparto), Infocop ha entrevistado a uno de los grandes expertos en Psicología Perinatal de nuestro país: Jorge Osma, profesor de Psicología de la Universidad de Zaragoza e investigador principal del proyecto Mamáfeliz.

Jorge Osma

ENTREVISTA

En estos momentos estamos siendo testigos de un importante movimiento internacional por el reconocimiento de los problemas de salud mental en las mujeres durante el embarazo y posparto. ¿Cuál es la trascendencia de este problema?

La salud mental perinatal, durante el embarazo y posparto, es la gran olvidada de nuestro sistema sanitario. Todos nosotros nos alarmaríamos si nos contasen que a alguna amiga o familiar embarazada no le han hecho ninguna ecografía o la prueba del azúcar. Sin embargo, mantenemos la creencia de que la mujer debe sentirse feliz en esta etapa porque: ¿qué hay mejor que ser madre?

En mi opinión esta campaña tiene una trascendencia global, por una parte pretende cambiar tanto las actitudes sociales asumidas hasta ahora sobre la maternidad, como el enfoque médico tradicional respecto al abordaje del embarazo y posparto. A todos nos parece muy interesante y útil el movimiento social y médico por conseguir un parto natural y desmedicalizado. Sin embargo, no nos extrañamos tanto de que nadie (o muy pocos profesionales sanitarios concienciados) le pregunte a la mujer embarazada si anteriormente ha sufrido algún episodio depresivo, cómo se siente ahora o si le preocupan aspectos relacionados con su embarazo y futura maternidad. 

Por otra parte, proclamar el Día Mundial de la Salud Mental Materna dejará patente que un número importante de mujeres experimenta problemas emocionales de distinta gravedad durante el embarazo y posparto y, además, que los servicios de salud deben ofrecer recursos para su screening, evaluación, diagnóstico, tratamiento y seguimiento. Recordemos también que la invisibilidad de un problema, en este caso la salud mental materna, impide que se estudie, se evalúe y se trate de manera adecuada.

Este movimiento ha dado lugar a la petición de la promulgación del primer miércoles de mayo como el Día Mundial de la Salud Mental Perinatal. ¿Por qué es importante la declaración de este día?

Porque pretendemos:

  1. Aumentar la sensibilización social, es importante comunicar que a pesar de que la mayoría de mujeres no desarrollan trastornos mentales perinatales, un porcentaje de alrededor del 20% sí los sufrirá. Los más frecuentes son los trastornos emocionales, depresión o ansiedad. En menor frecuencia trastornos bipolares, alimentarios o psicosis posparto. En este sentido, el estigma asociado a la enfermedad mental perinatal, la idealización del embarazo y maternidad y los déficits en la formación especializada de los profesionales en este ámbito, hacen que la salud mental de las madres no sea tenida en cuenta y que no se evalúe, ni se atienda, de un modo semejante a como se hace con la salud física en la gestación.

  2. Aumentar la detección, prevención y el tratamiento de los trastornos mentales perinatales, en estos momentos, en la mayoría de países, la patología mental durante el embarazo y/o el posparto pasa desapercibida, no se detecta y, a pesar de que se dispone de intervenciones psicológicas y farmacológicas eficaces, las madres no reciben los tratamientos necesarios para su recuperación. Sabemos que la falta de tratamiento tiene consecuencias a corto y largo plazo, tanto para la madre como para el recién nacido, que a veces pueden ser trágicas. Sin la detección, comprensión, cuidado, apoyo y tratamiento el impacto de estas enfermedades puede ser devastador en las mujeres afectadas, en sus parejas y en sus familias. 

  3. Influir en la política sanitaria de los gobiernos, queremos conseguir que nuestros gobiernos destinen más fondos e inviertan en recursos para la prevención, la detección, el tratamiento y la creación de dispositivos específicos para la recuperación de los trastornos mentales perinatales y paliar los efectos que estos tienen a corto y largo plazo sobre las propias madres, sus hijos/as y sus familias.

¿Cuáles son los principales trastornos de salud mental que pueden afectar a las madres durante el embarazo y el primer año de vida y qué consecuencias puede tener el que permanezcan sin ser detectados ni tratados?

Las estimaciones de prevalencia de enfermedades psiquiátricas perinatales varían ampliamente en diferentes estudios de población, aun así, la prevalencia de la depresión prenatal se estima que se encuentra alrededor del 18,4% y la prevalencia de la depresión posparto en 19,2% (O`Hara y Wisner, 2014). Durante el embarazo, la depresión está relacionada con un aumento de las complicaciones en el parto, incluyendo un parto prematuro, bajo peso al nacer, o preeclampsia (hipertensión inducida durante el embarazo). Durante el primer año de posparto, esta se asocia con resultados pobres en el comportamiento, nivel cognitivo o emocional del bebé (Sockol, 2015). Además de estas consecuencias, podemos añadir las alteraciones del vínculo materno-filial, los problemas en la relación de pareja y familiares, los problemas en el cuidado de otros hijos/as, y en el extremo más grave, el riesgo de suicidio o infanticidio.

Como experto, ¿qué acciones podrían poner en marcha los representantes de las políticas sanitarias para mejorar este aspecto de la salud en las mujeres embarazadas?

Son distintas las acciones que podrían implementarse en este sentido. Lo que deseamos es que se considere la salud mental de la mujer durante el embarazo y posparto, al igual que se hace con el estado físico de la mujer y su futuro bebé. En este sentido, aunque existen guías de buenas prácticas en al ámbito perinatal, en su mayoría, se limitan a aspectos físicos y, en algunas ocasiones, incluyen la recomendación de administrar el instrumento de screening “Escala Edinburgh para la Depresión Postnatal” (EPDS; Cox et al.,  1987; validación española de García-Esteve et al., 2003). Estas recomendaciones quedan muchas veces en el papel y relegan la salud mental perinatal a una única acción. Por tanto, las guías deben incorporar además del screening universal, distintas acciones que desde la prevención pueden implementarse, como por ejemplo, la evaluación de factores de riesgo relacionados con la depresión perinatal (p.ej., historia de trastornos de ansiedad y depresión previos, falta de apoyo familiar o social, embarazo no deseado o planificado, problemas económicos, etc.) o el diseño y desarrollo de intervenciones preventivas psicosociales que reduzcan la posibilidad de sufrir estos trastornos.

Por otra parte, la evaluación del estado emocional de la mujer de manera longitudinal, durante el embarazo y el posparto, permitiría la identificación rápida de síntomas ansiosos y depresivos, lo que daría pie a la utilización de tratamientos psicológicos (o farmacológicos si son necesarios) basados en la evidencia. Esta medida reduciría el deterioro y cronificación de los síntomas y los efectos adversos en el feto y/o bebé, mejoraría la vivencia del embarazo y maternidad de la mujer y también el vínculo materno-filial. Dedicar recursos a las madres y padres cuyos recién nacidos sean prematuros y deban permanecer durante un tiempo prolongado en una Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales, mitigaría el impacto emocional asociado. También sería necesaria la creación  de  dispositivos  específicos  para  la  intervención hospitalaria, como las Unidades Madre-Bebé, que ya funcionan en algunos países como Reino Unido, Francia y Australia. 

Todas estas medidas requieren la formación del personal sanitario (enfermeras, matronas, obstetras, médicos de familia, etc.) y la especialización de psicólogos generales sanitarios, psicólogos especialistas en psicología clínica y psiquiatras en el área de la salud mental perinatal. Para finalizar, sería conveniente que se dedicaran más recursos económicos a la investigación de las patologías mentales perinatales, a su prevención y tratamiento, la investigación es sinónimo de conocimiento, desarrollo e innovación

¿Qué papel juega la Psicología en este ámbito?

Un papel fundamental. Los psicólogos somos expertos en el estudio de la personalidad y la conducta humana, es nuestro campo y debemos llevar a la práctica profesional nuestros conocimientos. Gracias a la investigación en psicopatología, hemos llevado a cabo estudios para la identificación y estudio de los factores etiológicos y de mantenimiento de los trastornos mentales perinatales. Basado en este conocimiento, hemos diseñado y sometido a prueba también distintos programas de prevención y tratamiento psicológicos para los trastornos de ansiedad, del estado de ánimo, alimentarios, bipolares, adictivos, entre otros. Los psicólogos buscamos la mejor manera de llegar al mayor número de personas que sufren la enfermedad mental, de ahí el gran desarrollo de las tecnologías de la información y comunicación en el ámbito de la salud, incluyendo la salud mental perinatal. Además, los psicólogos, sabemos diseñar programas de entrenamiento en habilidades de comunicación y motivación en contextos sanitarios. Aplicamos los programas de prevención y tratamiento en distintos formatos (individual, parejas, grupos) consiguiendo reducir el binomio coste-beneficio en salud mental sin disminuir la calidad de las intervenciones.

Jugamos un papel fundamental en conseguir que los pacientes se adhieran a los tratamientos psicológicos y farmacológicos. Debemos reivindicar la labor fundamental del psicólogo clínico y general sanitario en la investigación, prevención y tratamiento de los trastornos mentales perinatales, así como su papel en la formación y cohesión de grupos de profesionales sanitarios multidisciplinares.

Para finalizar, ¿le gustaría añadir algún comentario al respecto?

Agradecer a Infocop su colaboración en la difusión de esta campaña y recordar a los lectores la forma en que pueden colaborar para declarar el primer miércoles de mayo de cada año el Día Mundial de la Salud Mental Materna. Puedes apoyar a través de tu firma aquí. Además, puedes difundir esta información a tus contactos; también puedes utilizar el logo de la campaña como perfil en tu Whatsapp o bien en tu Facebook/Twitter a través de: http://twibbon.com/Support/world-mmh-day; por último, twittea el miércoles 4 de mayo los hashtag: #MaternalMHMatters y #SaludMentalMaternaImporta.