Publicado: 5 de Diciembre de 2016

Ángel Gómez1,2, Lucía López-Rodríguez1,2, Alexandra Vázquez1, Borja Paredes1 y Mercedes Martínez11Universidad Nacional de Educación a Distancia2ARTIS Research, España

A principios de 2016, un miliciano del Daesh ejecutó a su propia madre en público en la ciudad Siria de Raqqa, principal bastión del autoproclamado Estado Islámico. El “delito” de la madre fue intentar convencer a su hijo de que abandonase dicha organización extremista. Para explicar este tipo de comportamientos a menudo se alega a que las personas que realizan estos sacrificios lo hacen porque tienen problemas psicológicos. Pero, como se ha comprobado, la mayoría no son enfermos mentales, sino más bien, individuos con un alto nivel de compromiso con su grupo y/o con los valores que defiende dicho grupo. Semejante ejercicio de deber con un grupo y los “valores” que éste comparte suele ser la razón principal que explica tanto el alistamiento como la realización de actos pro-grupales extremos.

Desde la Psicología Social, intentamos aproximarnos de una forma científica y sistemática a estas conductas para arrojar un poco de luz sobre los fundamentos psicológicos que subyacen. Los autores de este artículo estudiamos, desde el punto de vista de la Teoría de la Fusión de la Identidad, la naturaleza de este proceso así como posibles estrategias para reducir el comportamiento pro-grupal extremo.

La Teoría de la Fusión de la Identidad se originó y desarrolló para dar respuesta a por qué algunas personas están dispuestas a matar por su grupo incluso llegando hasta el auto sacrificio si fuese necesario. La Fusión de la identidad tiene la característica fundamental de que la identidad personal (por ejemplo, si somos inteligentes o extrovertidos) y la identidad social (por ejemplo si somos españoles o demócratas) se encuentran al mismo nivel. Las personas fusionadas sienten que son uno con su grupo, su identidad personal no “desaparece” cuando se hace saliente su pertenencia al grupo y son plenamente conscientes de su peso e influencia en él. Esta peculiaridad conlleva que las personas fusionadas reconocen y aprecian las características individuales de todos los miembros del grupo, llegando incluso a considerarlos como hermanos. Desarrollan lazos familiares con el resto de componentes, aunque no les conozcan. La fusión es extremadamente resistente y estable en el tiempo y es capaz de predecir la disposición a luchar y morir por el grupo y a sacrificarse por sus miembros en diferentes versiones del dilema del tren, el rechazo a abandonar el grupo incluso cuando se es rechazado y excluido, la negación de comportamientos reprobables del grupo, donaciones a favor del grupo, e incluso la modificación de los caracteres sexuales primarios en el cambio de sexo en los individuos transexuales. Tanto luchar y morir por el grupo como la reticencia a abandonar el grupo independientemente de cómo uno sea tratado, la negación de los comportamientos censurables del grupo, e incluso la auto-transformación física y psicológica, son acciones que pueden llegar a desempeñar las personas que se alistan en un grupo terrorista. 

Pero no siempre ciertos individuos se alistan a grupos terroristas por las personas que forman parte de él, o lo hacen sólo por eso, sino por los valores que estos defienden. Ahí entra en juego la Teoría de los Valores Sagrados, que son aquellos valores que un individuo o un grupo tratan implícita o explícitamente como si poseyesen un significado trascendental o infinito y con los que tienen un compromiso absoluto e inviolable. Algunas personas creen que una idea (como la libertad) no es una mera preferencia que puede ser cuantificada, negociada o intercambiada por cualquier causa material o inmaterial, sino un valor sagrado que debe respetarse de forma absoluta y protegerse por encima de todo y de todos. Cuando una preferencia por algo se transforma en valor sagrado se convierte en un imperativo moral que tiene su propio valor intrínseco y que lo hace incomparable con otro tipo de valores.

Volviendo pues a la pregunta que nos planteábamos en el título, ¿por qué luchan los yihadistas? ¿Qué les mueve a estar dispuestos a arriesgar absolutamente todo, incluso a hacer daño a su familia? Las personas ciertamente luchan por sus ideales, por perseguir una causa en la que creen profundamente y que define su identidad. Sin embargo, también en muchas ocasiones combaten guiadas por la unión, la fraternidad y el compromiso que sienten por sus compañeros de lucha. Muy probablemente y según la evidencia, las personas realmente combaten y mueren por una causa y también por sus camaradas. Este individuo fusionado con un grupo y que comparte con sus miembros valores que considera sagrados es lo que entendemos como Actor Devoto. La interacción entre estos vínculos con un grupo y un valor en condiciones amenazantes llega a ser tan intensa que puede llegar a producir comportamientos que serían inconcebibles.

Reciente evidencia empírica ha mostrado que tanto estar fusionado con un grupo, como considerar que un valor es sagrado, son aspectos enormemente resistentes al cambio y por tanto reducir la fusión en las personas fusionadas con un grupo y/o “de-sacralizar” un valor sagrado es altamente complicado. Nuestro objetivo no obstante es analizar a qué son sensibles estas personas, qué procesos se pueden modificar para romper ese vínculo tan fuerte que une a las personas con un grupo y/o con un valor sagrado.

Sobre estas cuestiones centramos actualmente nuestro trabajo y esfuerzo. En particular, esperamos entender qué lleva a ciertos individuos a realizar actos tan deleznables que nuestra razón no alcanza a comprender. Esperamos poder hacerlo en un futuro no muy lejano para de esta forma poder evitarlos.

El artículo completo puede encontrarse en la Revista 

Anuario de Psicología Jurídica

Gómez, Á., López-Rodríguez, L., Vázquez, A., Paredes, B. & Martínez, M. (2016). Morir y matar por un grupo o unos valores. Estrategias para evitar, reducir y/o erradicar el comportamiento grupal extremista. Anuario de Psicología Jurídica 26, 122-129.

Referencias:

Gómez, Á., López-Rodríguez, L., Vázquez, A., Paredes, B. & Martínez, M. (2016). Morir y matar por un grupo o unos valores. Estrategias para evitar, reducir y/o erradicar el comportamiento grupal extremista. Anuario de Psicología Jurídica26, 122-129.

Gómez, A. & Vázquez, A. (2015). The power of “feeling one” with a group: Identity fusion and extreme pro-group behaviours. International Journal of Social Psychology30, 481-411.

Swann, W. B., Jr., Jetten, J., Gómez, Á. Whitehouse, H., & Bastian, B. (2012). When group membership gets personal: A theory of identity fusion. Psychological Review, 119, 441-456.

Sheikh, H., Gómez, Á., Atran, S. (2016). Empirical Evidence for the Devoted Actor Model. Current Anthropology, 57, 204-209