Publicado: 31 de Enero de 2017

Los emojis ya forman parte de nuestra comunicación online. Sin embargo, detrás de esos símbolos se esconde mucho más que un simple mensaje, pueden revelar detalles sobre la personalidad de quien los usa. O al menos eso afirma un estudio llevado a cabo en la Universidad Edge Hill y la Universidad Católica Australiana en el que se indica que los emojis son similares a los gestos que utilizamos y que su uso varía de una persona a otra.


Estos investigadores consideran que al igual que ocurre en una conversación cara a cara, en la que nos fijamos en detalles como los movimientos corporales, los gestos faciales y el tono de la voz, en una conversación digital los emojis cumplen esa misma función: sirven para ayudar a comprender el mensaje y las emociones que se encuentran detrás de las palabras.


Los emojis son nuestros gestos virtuales, nos ayudan a expresar nuestras emociones, sentimientos y estados de ánimo, para no dejar lugar a dudas. Por consiguiente, son una especie de lenguaje extraverbal virtual.


El primer emoji surgió para evitar la ambigüedad de los mensajes virtuales


El primer emoticono surgió en 1980, cuando Scott Elliot Fahlman, un profesor de ciencias computacionales de la Universidad Carnegie Melon, unió por primera vez un paréntesis a un guión y a dos puntos en un foro de discusión para que las personas pudieran distinguir las bromas de los argumentos serios.


Sin embargo, a diferencia de los emoticonos, los emojis no solo incluyen imágenes de caras sino también otras figuras, como las flamencas y los monos. Hoy estos símbolos han calado tanto en nuestra cultura que se estima que un 75% de los españoles los utiliza en la mensajería instantánea.


¿Qué pueden decir los emojis sobre ti?


Estos psicólogos afirman que si utilizas a menudo caritas sonrientes en tus mensajes, es probable que seas una persona más feliz, creativa, abierta a las nuevas experiencias y más auténtica en tus relaciones interpersonales. 


De hecho, estas personas suelen transmitir muy buenas sensaciones a los demás. Los investigadores apreciaron que cuando se utilizan emojis con caras felices o positivas, las personas creen que detrás de ese mensaje se encuentra alguien que destaca por su amabilidad, responsabilidad y apertura mental. Y a menudo no se equivocaban.


El uso de emojis en sentido general también se ha vinculado a la extroversión y la naturalidad. Se ha apreciado que las personas que en la vida real no tienen problemas para expresar sus emociones también suelen usar más emojis para transmitir sus estados emocionales cuando se comunican con los demás en la red.


El hecho de que te tomes el trabajo de utilizar emojis también significa que te preocupas porque tu mensaje se entienda adecuadamente y quieres evitar malentendidos. Además, es un indicador de que te estás esforzando y de que deseas conectar emocionalmente con tu interlocutor, imprimiéndole un toque más personal a la conversación.


Quienes usan más emojis también son más conscientes de que los demás les analizan y valoran a partir de sus mensajes, por lo que también suelen usar menos caras tristes o emojis que envíen mensajes que puedan considerarse negativos. 


Por otra parte, quienes no se limitan a las típicas caritas sino que recurren a emojis más elaborados pueden ser personas más creativas, que desean sorprender a los demás y es probable que tengan más habilidades comunicativas.


Sin embargo, se debe aclarar que usar demasiados emojis puede ser contraproducente. A muchas personas les molesta el uso innecesario de estos símbolos. De hecho, en algunos casos el uso excesivo de emojis se ha vinculado a la inestabilidad emocional.


¿Cómo usar los emojis adecuadamente?


Obviamente, usar un emoji sonriente no te convierte automáticamente en una persona amable, pero te ayudará a presentarte mejor y a enviar un mensaje más positivo. No obstante, no debes abusar de estos símbolos ya que corres el riesgo de enviar un mensaje negativo, sobre todo si estás hablando con alguien que no te conoce bien.


En sentido general, los emojis se deben usar allí donde sean necesarios para aclarar la ambigüedad del mensaje o reforzar algún punto de la conversación. También puedes usarlos para causar una buena impresión o captar positivamente la atención del otro, sobre todo si te decantas por los símbolos menos usados.



Fuentes:

Kaye, L. K. et. Al. (2017) Emojis: Insights, Affordances, and Possibilities for Psychological Science. Trends in Cognitive Science; 21(2): 66–68.

Kaye, L. K. et. Al. (2016) “Turn that frown upside-down”: A contextual account of emoticon usage on different virtual platforms. Computers in Human Behavior; 60: 463–467.

Wall, H. J. et. Al. (2016) An exploration of psychological factors on emoticon usage and implications for judgement accuracy. Computers in Human Behavior; 62: 70–78.