Publicado: 3 de Diciembre de 2021

La música es vibración y eso la convierte en un poderoso instrumento tanto para reconectar con nuestro cuerpo y nuestra mente como para emplearla con fines terapéuticos en una gran variedad de trastornos de salud mental. Es una de las ideas que el musicoterapeuta Miguel Ángel Diví recoge en su nuevo libro Musicoterapia (ed. Desclée De Brouwer), una interesante reflexión sobre el poder de la música como herramienta para mejorar nuestra salud, especialmente en la infancia, y la eficacia y la práctica clínica de la musicoterapia en niños y adolescentes.


Además de ejercer como musicoterapeuta en Centro de Salud Mental Infanto-Juvenil, Miguel Ángel Diví se dedica a la docencia e investigación en musicoterapia. Pertenece, además, al Comité Científico de la Revista de Investigación en Musicoterapia de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) y al Consejo Asesor de Salud Mental del Gobierno de Aragón.


Hablamos con él sobre cómo aprovechar los efectos de la música en nuestro cerebro y nuestro cuerpo para mejorar nuestra salud mental, la importancia de la música para los bebés y el uso de la música en niños y adolescentes con fines terapéuticos.


Música para reducir la ansiedad o combatir el insomnio


–Escuchar música tiene muchas veces el poder de relajarnos y ayudarnos a desconectar. ¿Por qué la música relaja la mente?

–La música tiene el poder de relajarnos y también de activarnos, ya que es capaz de modificar la actividad cerebral. El ritmo, la melodía y la armonía alteran las ondas cerebrales. Nuestro cerebro puede vibrar en consonancia con la música y adaptar así sus vibraciones a los estados alfa (α) con una vibración entre 8 y 13 Hz, característica de los estados de relajación; pasar por estados beta (β), con una frecuencia de entre 12 a 33 Hz, los propios de la vigilia y una atención sostenida; o incluso llegar a estados gamma (ɣ), de 25 a 100 Hz, que pueden relacionarse con la felicidad y la creatividad.


Por otro lado, no solo relaja o activa la mente, el cuerpo también tiene una respuesta inconsciente en este proceso. En física todo es vibración, y la mente y el cuerpo no escapan a este poder de la música, que ayuda a reconectar mente y cuerpo.


–Si la música puede alegrarnos, entristecernos, emocionarnos, activarnos… ¿debemos ser cuidadosos a la hora de elegir qué música escuchamos?

–Además de cuidadosos, yo diría que debemos ser conscientes. Conscientes de la música que escuchamos, de los sonidos que nos rodean, del ambiente sonoro en el que vivimos y en cada momento concreto, por ejemplo en nuestro ambiente próximo, ya sea laboral, familiar o comunitario. No vibra igual el cerebro de una persona que vive en la ciudad o la que vive en el campo, la que escucha música clásica o la que escucha reggaetón, la que escucha música con mensajes positivos o la que escucha otros tipos de mensajes.


La música es comunicación, es expresión, es vibración. Cuando un compositor tiene una idea, una emoción y un mensaje que compartir es cuando compone una pieza musical, así que esa idea, emoción y mensaje se transforman en un hecho sonoro y musical que se transmite y es absorbido por el receptor o el oyente.


–¿Cuál sería la mejor música para reducir la ansiedad, por ejemplo?

–Aquella música que sea capaz de acompañar nuestro estado de estrés o de ansiedad y que, a su vez, nos permita ir transformándola en un mejor bienestar para reducir dicha ansiedad.


No existen recetas musicales: es un falso mito que una determinada música sea eficaz en reducir la ansiedad o cualquier otra circunstancia. Sí que hay ciertos elementos, sonidos y preferencias musicales que hay que considerar y que ayudan a reducir la ansiedad, y no podemos generalizarlo. Por ello es importante consultar con un musicoterapeuta profesional formado en algún máster universitario.


"La mejor música para reducir la ansiedad es aquella capaz de acompañar nuestro estado y que, a su vez, nos permita irla transformando."


–¿Y para ayudarnos a conciliar el sueño? ¿Qué música nos puede ayudar a dormir y por qué?

–Existen evidencias publicadas en Cochrane sobre los efectos de escuchar música sobre el insomnio en adultos y la repercusión de los factores que pueden influir en su efecto. Para ello se incluyeron seis estudios, con un total de 314 participantes. Los estudios compararon el efecto de escuchar música pregrabada diariamente, durante 25 a 60 minutos, y el de no recibir ningún tratamiento. Se concluye que la música puede ser efectiva para mejorar la calidad subjetiva del sueño en adultos con síntomas de insomnio. Y es una intervención segura y fácil de administrar.


Por ello recomiendo, de nuevo, consultar a un musicoterapeuta, que se encargará de valorar la situación singular de cada persona para ayudarle a confeccionar su propio traje sonoro y musical a medida.


La música como terapia


–¿Se necesita algo más que simplemente escuchar la música para aprovechar todo su potencial terapéutico?

–Desde luego, el potencial terapéutico de la música se encuentra en ocasiones al escuchar música (musicoterapia pasiva) y en otras al producirla (musicoterapia activa). Tampoco tiene el mismo efecto escuchar música grabada o música en directo... En cualquier caso, podemos hablar de musicoterapia cuando hay un proceso terapéutico dirigido por un musicoterapeuta profesional con unos objetivos terapéuticos relevantes.


–En su libro Musicoterapia se centra en los beneficios de la música para mejorar la salud mental en la infancia. ¿Por qué es la música un lenguaje que llega especialmente bien a los niños?

–Infancia viene del latín infantia, y esta de infans, que significa, "el que no habla". Bajo esta definición podemos pensar que llegamos al mundo desprovistos de las herramientas y recursos necesarios para la comunicación verbal o para la vida en sociedad.


También es cierto que el primer lenguaje natural de los niños y las niñas es el musical y el artístico. Antes de hablar, cantan; antes de gatear, bailan; y antes de escribir, los niños dibujan. La comunicación no verbal es la principal vía de comunicación.


"El primer lenguaje natural de los niños y las niñas es el musical y el artístico."


–Muchos padres pensarán antes en llevar a su hijo al psicólogo que al musicoterapeuta. ¿En qué casos podría la musicoterapia ser más útil y por qué?

–Son tratamientos diferentes y pueden complementarse, no es excluyente uno del otro. Suelen ser y, de hecho, son complementarios y coordinados.


El interés del menor por la música o por los instrumentos sonoro musicales puede ser un indicador de la idoneidad para recibir un tratamiento de musicoterapia. También se puede valorar su nivel de lenguaje verbal o no verbal, su grado de aprendizaje, grado de cronicidad, su desarrollo psicomotor...


–¿Para qué trastornos o conflictos de la infancia está especialmente indicada?

–En general, la musicoterapia está indicada y existe suficiente evidencia para tratar a personas con autismo, discapacidad, ansiedad, depresión, trastorno mental grave, dolor y neurorehabilitación. Se emplea tanto en contextos sanitarios, clínicos y hospitalarios como educativos y sociales. En general, en cualquier situación de vulnerabilidad que puedan estar atravesando los menores.


Los efectos de la música en niños y adolescentes


–¿Es muy diferente el trabajo de musicoterapia con niños pequeños y con adolescentes?

–Los adolescentes pasan muchas horas escuchando música, viendo videos musicales o tocando instrumentos. Con todo ello, la música forma una parte muy importante y casi fundamental en sus vidas y es por ello una excelente herramienta terapéutica. La música suele ser elegida por ellos.


En cambio, los más pequeños no suelen elegir la música. La propuesta tiene más que ver con su desarrollo evolutivo y escogiendo melodías sencillas, repetitivas o fáciles de componer.


–¿Cualquier tipo de música puede tener beneficios para un niño o adolescente?

–Sí, aunque debe estar adaptado siempre a sus necesidades. La música en general estructura y estimula el cerebro. Este hecho vibracional no entiende de géneros musicales; por ello puede tener beneficios y también perjuicios. Así que invito a la consciencia y a la conciencia.


"La música en general estructura y estimula el cerebro. Así que invito a la consciencia y a la conciencia."


La música en la relación entre padres e hijos


–¿Podemos los padres valernos de la música de algún modo para mejorar la relación con nuestros hijos y promover su bienestar?

–Desde luego, nos puede ayudar a encontrar nuevas maneras de comunicación con los menores. Cuando son bebés son recursos que empleamos intuitiva e inconscientemente, cuando les cantamos nanas, les hablamos cantando o les mecemos.


En algún momento de su desarrollo parece que los padres y madres dejamos de hacerlo y convendría mantener y reconectar estos tipos de relaciones en el tiempo y ajustarlas a la edad de nuestros hijos e hijas.


–La salud mental de los hijos depende en gran medida de la salud mental de los padres… ¿Cómo pueden los padres ayudarse de la música para mejorar su propia salud mental?

–En ocasiones, los padres y madres tienden a escuchar mucha música infantil cuando tienen un nuevo hijo o hija. La música es asociativa, es decir, cuando escuchamos música infantil, en realidad nos transporta a nuestra propia infancia y esto en ocasiones puede ser complicado, porque no todo el mundo ha tenido una buena infancia. Además, las canciones infantiles suelen ser sencillas, repetitivas y pueden generar cierto malestar a sus progenitores.


Por ello recomiendo que los progenitores escuchen la música que a ellos principalmente les gusta, ya que así, por lo menos, ellos se sentirán bien y así transmitirán ese bienestar a sus hijos o hijas.


Los niños y niñas pueden y deben escuchar cualquier tipo de música. Al igual que no se puede estar constantemente viendo una misma imagen, tampoco se puede estar constantemente escuchando la misma canción.


Música para el bebé


–¿Y qué aconseja a las mujeres que esperan un hijo o que acaban de tenerlo?

–Lo primero de todo es felicitarlas y desearles que el mundo les sea amable. También les recomiendo que cuiden el ambiente sonoro de su hogar y que busquen comunicarse con naturalidad con su hijo. Les pueden mostrar el mundo y les deben acompañar para descubrir a las personas y los objetos que le rodean mediante su voz y su mirada.


Las mujeres tienen esa capacidad intuitiva e innata de emplear elementos musicales y emocionales por medio de su entonación, sus ritmos y sus armonías. Seguro que se disfrutarán al máximo si encuentran lazos de confianza, vínculo y seguridad, así como redes de apoyo.


"Recomiendo a las mujeres que esperan un hijo o que acaban de tenerlo que cuiden el ambiente sonoro de su hogar."


–Al poco de nacer mi hijo, alguien me dijo una vez: “Cántale, aunque no sepas cantar. Lo importante no es que afines o no, sino todo lo que pasa entre vosotros mientras cantas…” ¿Me aconsejaron bien?

–Te aconsejaron muy bien en lo de que cantases: los menores necesitan estar en contacto y comunicación con su madre. No es una cuestión estética, es una cuestión comunicativa, psicosocial y emocional.


La sabiduría popular conecta en numerosas ocasiones la música con la salud y el bienestar: “La música amansa a las fieras”, “El que canta su mal espanta”... No habla de otra cosa que de esa profunda relación desde el comienzo de los tiempos que entrelaza los caminos de la medicina y las artes para interrelacionarlos e interconectarlos. Tal vez deberíamos juzgarnos menos en esta cuestión y disfrutarlo más.


No son ciertas las frases habituales como “es que no tengo oído musical”, “es que canto mal”… A andar se aprende andando, y a cantar, cantando. No es cuestión de saber o no saber, el canto es un lenguaje universal del corazón, es un acto humano de comunicación.


Mayra Paterson

Enlace: https://www.cuerpomente.com/salud-natural/terapias-naturales/entrevista-miguel-angel-divi-musicoterapia_7211

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