Publicado: 2 de Septiembre de 2020

El ser humano desde siempre ha buscado adaptarse al medio… pero además siempre ha buscado su guarida, su protección…


Sí…, en casa se está genial…


En tu casa te sientes a gusto, sientes seguridad, control…


Cruzar la puerta de nuestra casa y enfrentarnos a lo de fuera, a veces nos incomoda… pero la agorafobia no es sólo eso…


AGORAFOBIA es un miedo tan terrible a salir de casa, que la persona sufre ataques de pánico cuando se expone a lo que más teme… el mundo exterior.


Académicamente la agorafobia se define como el “miedo y la ansiedad intensa que se siente al estar en lugares de donde es difícil escapar o disponer de ayuda”… “miedo a multitudes, puentes, o estar solo en espacios abiertos…”


La persona que sufre agorafobia no soporta salir de casa, ir a la calle o estar en un parque… incluso tampoco puede disfrutar de cosas que para los demás son un placer… tales como pasar un día junto al mar…


Todo esto puede parecernos algo exagerado, algo que no le pasa a mucha gente… sin embargo, es una fobia más común de lo que piensas.


Este miedo va en aumento en nuestra sociedad. El individualismo que nos caracteriza, la autosuficiencia, la inseguridad, la necesidad de control,… son factores que hacen que cada vez sintamos más la necesidad de vivir protegidos, de cuidarnos de los demás… de volver a la caverna…


Casi siempre os hablo de CÍRCULOS VICIOSOS… Pues en este caso este círculo sería algo parecido a esto:


Un día sales a la calle y aparece una pequeña idea de malestar al pasar por cierto lugar o cruzarte con cierta persona, o al afrontar cierta situación… llegas a casa, y llegas a la conclusión de que donde mejor estás es en casa…

La siguiente ocasión intentarás evitar todo eso que te incomodó… ya que tus ideas anticipatorias se han disparado y, con alguna excusa intentas no afrontar la situación (por ejemplo, evitas ir a comprarte ropa por la ansiedad que te genera hacer cola para pagar o probarte la ropa y la compras por internet, con la excusa comprensible de que para ti es más cómodo, rápido… bla, bla, bla… pero que realmente oculta tu incomodidad y ansiedad real…).

Con el tiempo ya no solo evitas esa situación, sino además otras similares. Poco a poco vas evitando más situaciones y vas saliendo menos de casa… reforzándote así la idea de que estar en casa es lo más seguro y menos peligroso.

La sensación de nerviosismo, ahogo, sudoración, temor… que sientes cuando tienes que afrontar esas situaciones… desaparecen cuando decides no hacerlo y quedarte en casa, y solucionar las cosas desde ahí (hoy día es perfectamente posible) … sin embargo…

Cuando haces esto… comienzas a alejarte de las personas que te unen a la vida real, tu obsesión crece al igual que tu ansiedad y la motivación que mantiene tu entusiasmo y tu alegría de vivir empiezan a desaparecer… empiezan a aparecer los síntomas de depresión y cada vez la creencia de que “no debes” salir de casa es más fuerte.

¿Cuáles son los síntomas más comunes?


PSICOLÓGICOS:


Miedo a quedarse solo y por lo tanto depender siempre de alguien.

Miedo a ir a lugares de los que no poder escapar.

Miedo a perder el control en público.

Sentimiento de distancia con los demás.

Sentir que todo es irreal, incluso tu propio cuerpo.

Agitación, nerviosismo.

No querer salir de casa.

FÍSICOS:


Dolor en el tórax y en el pecho.

Sensación de ahogo.

Mareos, desmayos…

Sudoración.

¿Pero cuál es la causa de este problema?


La causa es nuestra conocida ya… ANSIEDAD…


Sentimos miedo cuando no podemos controlar algo…


En este caso, salimos a la calle, y ahí puedes controlar tu forma de actuar… pero no todo lo demás…: el tráfico, las reacciones de las personas, los accidentes que puedan pasar… Todo eso hace que se incrementen los temores…


Normalmente la agorafobia es el resultado de una ansiedad mal tratada o no tratada. La Agorafobia suele ser la compañera de los ataques de pánico. El miedo al miedo… Miedo a que me de mucho miedo y no pueda controlarme y me pille fuera de casa, fuera de lo conocido, fuera de lo que sí controlo.


¿Qué va a ayudarte?


EJERCICIOS DE RESPIRACIÓN Y RELAJACIÓN. Liberar la tensión muscular que acumula el cuerpo ante la situación que te da tanto miedo es fundamental. Los músculos también tienen memoria. Hemos de proporcionarles experiencias agradables. Realiza esos ejercicios “en marcha”… es decir cuando te encuentres justo en esos lugares que te disparan el miedo.


HABLA DE TUS MIEDOS. No mientas, ni te mientas. Explica como te sientes, habla de ello. Pide información. Alguien dijo que “la información te haría libre”… así es. Cuando conoces algo, puedes controlarlo.


ENSAYA MENTALMENTE COMO ABORDAS TU MIEDO. Imagina que afrontas la situación que más miedo te da, y observa en tu imaginación cómo lo haces. Eso te ayudará a la hora de hacerlo realmente… Seguro que cuando eras niño/a lo hacías a la hora de abordar conversaciones con amigos, profesores… ¡practícalo!


SIEMPRE EN POSITIVO POR FAVOR. No me gustan mucho las recetas Candy-Candy… pero ser positivos ha de ser una obligación en nuestros días… Hemos aprendido a que nuestro cerebro en su afán de protegernos nos limita muchísimo con mensajes de miedo… ¡No son reales! Cambia tus pensamientos catastrofistas por otros que te alienten y te empoderen. TODO ES NEUTRO… La calle, los coches, la comida, esa persona… lo que nos produce ansiedad y miedo es la interpretación que hacemos de esos estímulos.


NO ABANDONES TUS RUTINAS. Si necesitas llevarlas a cabo con ayuda, pide esa ayuda, permítete ir despacio, sin presión, pero ¡no abandones!


DEJA DE VER LAS NOTICIAS Y LOS PROGRAMAS SENSACIONALISTAS. Violencia, robos, abusos… ¿te suena?… Al día suceden miles de cosas, buenas y malas… el filtro de las noticias te muestra solo lo morboso. ¡Deja de ver eso! Sólo te mete en el cerebro la idea equivocada de que todo eso puede sucederte a ti… de nuevo, otra mentira…


VE AFRONTANDO LO QUE TEMES… PASO A PASO… En psicología esto se llama exposición progresiva, ya que poco a poco vas enfrentándote a ese monstruo que te tiene tan asustado/a… poco a poco vas dándote cuenta, que no es un monstruo… sólo es una idea que apareció en tu cabeza.


HÁBLATE CON VERDAD… No te mientas más a ti mismo/a. Desmiéntete lo que no sea objetivo, cierto, real…


SI SIENTES QUE ESTAS EN UN ATAQUE DE PÁNICO… Prueba estos pasos:


Deja lo que estés haciendo.

Observa tu cuerpo, siente la ansiedad dentro. Sólo párate y obsérvala, no es nada que no conozcas… ha venido a verte la ansiedad…

Imagina que tienes que ponerle un titular a tu estado, ponlo… “Siento como si…” “Estoy…”

Después céntrate en respirar entrando y soltando el aire por tu nariz usando la misma cantidad de tiempo para inhalar que para exhalar…

Mentalmente, dite cosas como: “No te va a pasar nada… tranquila/o”…, “Se acaba pasando…”

Relaja bien todo el cuerpo…

Cuando haya pasado… sigue con lo que estabas haciendo.

Tu miedo va a terminar en el momento en que seas consciente de que es tu mente la que crea ese miedo.


Recuerda… que esta información es orientativa. Si necesitas saber si sufres o no agorafobia debes acudir a una consulta de atención psicológica para ser evaluado/a.


Puedes haber sufrido en alguna ocasión un episodio de ansiedad similar a los que produce la agorafobia, pero eso no quiere decir que la padezcas.


“El miedo es la incertidumbre… en busca de seguridad”


J. Krishnamurti.


Ángela Peco

Enlace: https://angelapecopsicologia.com/tienes-miedo-a-salir-de-casa/

Imagen: Adobe Spark Post