Publicado: 8 de Enero de 2023

Cruzar un puente elevado, usar un ascensor de cristal, bajar escaleras muy empinadas o asomarse desde una ventana de un piso alto son situaciones completamente impensables para quienes sufren acrofobia. ¿Su significado?Etimológicamente, el término acrofobia proviene del griego (akros=altura, fobia=temor) y hace referencia a un miedo irracional y desmesurado a caer desde una altura elevada.


Se estima que entre un 5% o un 10% de la población presenta un cierto grado de acrofobia o miedo a las alturas, dependiendo de diferentes estudios. Este tipo de fobia es la segunda más frecuente, después de los miedos a los animales.


Acrofobia: síntomas


La persona que sufre acrofobia experimenta un miedo exagerado e incapacitante a las alturas. Cuando se encuentra en un lugar elevado o, incluso, solamente con pensar en ello, puede sentir altos niveles de ansiedad:


Sudoración

Tensión

Palpitaciones

Dificultad para respirar...

Como en otras fobias, el problema no se limita al malestar provocado por la situación en sí, sino que, además, la persona tiende a evitar situaciones potencialmente “peligrosas”. Debido a estas conductas evitativas, su mobilidad y sus relaciones sociales pueden verse muy reducidas.


Otra dificultad que suelen enfrentar las personas que sufren acrofobia es la incomprensión de su entorno. Con frecuencia son motivo de burlas por no poder afrontar una situación que es totalmente normal para otros. Debemos recordar que la persona que sufre cualquier fobia no exagera sus miedos. Realmente sienten que están en grave peligro y no pueden hacer nada por evitarlo.


Causas del miedo a las alturas


Las causas de la acrofobia pueden ser diversas:


Un posible problema fisiológico. Si la persona tiene problemas en el sentido del equilibrio, puede ser mucho más sensible a experimentar vértigos o mareos en lugares elevados. En este tipo de fobia, siempre es necesario estudiar y descartar un origen físico.

Experiencias traumáticas del pasado. Pueden quedar asociadas al hecho de encontrarse en lugares altos y dar origen a esta fobia. En algunos casos, no es necesario haber sufrido un trauma personal, sino el mero hecho de escuchar una mala noticia sobre un accidente de otra persona en situaciones de altura, puede ocasionar que personas especialmente sensibles desarrollen una prevención especial frente a cierto tipo de lugares y que esto termine convirtiéndose en una fobia.


Cómo se trata la acrofobia desde la psicología: un caso real


Un ejemplo muy claro de acrofobia provocada por una mala experiencia en el pasado es el de Víctor, un chico de 38 años que acudió a consulta cuando su miedo a las alturas había llegado a un extremo insoportable para él.


Durante toda su vida recordaba haber tenido miedo a acercarse a una terraza o a mirar por una ventana, pero en los últimos años, su temor había ido aumentando. Evitaba todas las situaciones potencialmente peligrosas para él. El mero hecho de estar en una colina mínimamente elevada y ver el paisaje bajo él, ya le provocaba inquietud.


No obstante, sus peores miedos aparecían en la ciudad. No necesitaba verse en una colina en altura para sentir pánico, sino que solo imaginar la situación le hacía sentirse nervioso. Incluso, estando dentro de un edificio, si estaba en una planta alta, comenzaba a preocuparse y a tensarse.


Preguntándole sobre su historia y sobre sus ideas sobre el origen de su problema, Víctor me explicó que sus familiares contaban como anécdota simpática una escena en la que, con apenas 8 años, su cabeza quedó encajada entre los barrotes de la terraza de su abuela.


En consulta, Víctor pudo recordar esa escena, pero conectando con sus propias emociones para comprender el miedo que el niño sintió durante ese largo rato que permaneció encajado en la terraza, con la cabeza sobresaliendo entre los barrotes y mirando hacia abajo desde un octavo piso.


Los gritos de alarma de su madre y las discusiones entre su padre y su abuela sobre cuál era el mejor método para desencajar su cabeza no ayudaban en nada, sino que añadían más tensión al estado emocional del pequeño.


A través de varias sesiones de trabajo, Víctor pudo reprogramar su forma de afrontar la altura. Poco a poco, fue separando el miedo y la tensión que experimentó en aquel momento del hecho de encontrarse en altura. Logró interiorizar el mensaje de que no todas las situaciones de altura tienen que ser igual de peligrosas y de desastrosas que la que él vivió en su infancia.


En unas pocas semanas, Víctor fue ganando confianza. Consiguió, en primer lugar, estar más tranquilo en la planta alta de un edificio. Fue sintiéndose más confiado para acercarse a ventanas y miradores, comprobando que son lugares seguros y que el miedo exagerado que él sentía era fruto de su mala experiencia.


Finalmente, logró su objetivo de tener una relación sana con la altura, como el resto de las personas. Para celebrarlo, se puso como objetivo subir los 674 peldaños que te permiten subir hasta el segundo piso de la Torre Eiffel. Desde allí, me envió un selfie y la siguiente frase: “Sin problema”.


Ramón Soler

Enlace: https://www.cuerpomente.com/blogs/ramon-soler/acrofobia-que-es-significado-sintomas-causas_10870

Imagen: Adobe Express