Publicado: 25 de Diciembre de 2022

Las personas atravesamos a lo largo de nuestra vida por una serie de ciclos que nos marcan en mayor o menor medida y que establecen los retos y necesidades en las que nos centramos. Pero a veces, nos cuesta reconocer que no podemos controlar totalmente estos ritmos a través de los cuales vamos transitando por la vida.


Entendemos como ciclo o etapa vital aquellos procesos que tienen un inicio, un desarrollo y un final diferenciados, y que nos trasladan de una situación vital hacia otra que puede ser inesperada o novedosa para nosotros.


Puesto que nadie nace aprendiendo, las personas desarrollamos a lo largo de nuestra vida mecanismos para superar de la mejor manera posible las transiciones entre dichos ciclos o etapas vitales, sin embargo, para algunos puede ser difícil aprender a concluirlas y dejarlas atrás.


Ser capaces de transitar satisfactoriamente por cada una de estas etapas de la vida, sin que nos afecten excesivamente y aprendiendo siempre nuevas lecciones útiles para el futuro es vital para no sufrir en la vida y para mantener intacta nuestra integridad tanto emocional como psicológica.


Por suerte, este conocimiento puede ser entrenado y aprendido desde el ámbito de la psicología y la salud mental, y en la actualidad podemos encontrar una gran variedad de profesionales que nos pueden ayudar a aprender a superar etapas vitales que hemos dejado atrás.


A continuación encontrarás una lista de trucos, consejos y estrategias que podemos poner en práctica para cerrar etapas de la vida de manera sana y adaptativa.


Etapa y pérdida


El concepto de pérdida a menudo se suele asociar al de cerrar ciclos, ya que son parecidos, aunque estos dos fenómenos no siempre suceden de manera instantánea y pueden acontecer uno sin el otro.


Con la clausura de una etapa o ciclo vital pueden aflorar sentimientos de dolor, angustia o sufrimiento, pero este tipo de estados emocionales no son tan repentinos ni inesperado como sí lo son las pérdidas.


En cambio, una pérdida sucede cuando no se lo espera la persona y se asocia casi siempre al inicio de un proceso de duelo que deberá ser transitado con éxito por la persona en cuestión para superarla.


Así pues, podemos decir que ante un cierre de etapa pueden producirse pérdidas, pero muchas pérdidas pueden acontecer sin que exista un cierre de ciclo o de etapa.


7 maneras de aprender a cerrar etapas de la vida sanamente


Los acontecimientos vitales que pueden dar lugar a un cierre de etapa pueden ser muy diversos y de distinta naturaleza, entre los más habituales podemos encontrar: un divorcio, el fallecimiento de un ser querido, un accidente de tráfico, cumplir determinada edad o graduarse en la universidad, etc.


En este listado podrás conocer cuáles son las estrategias más útiles para aprender a cerrar cada una de estas etapas de la vida de manera sana y positiva.


1. Aprender a dejar ir lo que pertenece al pasado


La mayoría de seres humanos tenemos dificultades para concluir ciclos que ya deberían estar cerrados, ya que el miedo a lo desconocido, a la novedad o a la incertidumbre está anclado en nuestra naturaleza. Es un reto aceptar que hay cosas vinculadas a nuestra identidad y a nuestro recorrido vital que ya no podemos reproducir en el presente.


Aunque cueste, debemos ser capaces de reunir las fuerzas suficientes para, en el momento dado, saber cuándo un período está finalizado y debemos despedirnos de él, con todo lo que eso conlleva a nivel emocional.


Los profesionales de la psicología coincidimos en que aprender a dejar ir es el primer paso para cerrar etapas vitales con éxito, ya que de esta manera lograremos dejar atrás las cargas del pasado que pueden hacernos sufrir, crearnos ansiedad o generar cualquier alteración psicológica.


Al igual que sucede con un grifo que no se cierra bien, cuando no concluimos definitivamente y de manera consciente un ciclo y lo dejamos atrás, podemos seguir arrastrando cosas que nos afectan, llegando a un estado de estancamiento, lo cual nos impide avanzar hacia adelante en nuestras vidas.


2. Hacer balance


Tras la clausura de un ciclo es posible que surja un período de duelo que debe ser transitado, ya que estamos dejando atrás una realidad que puede haber sido importante para nosotros; es por eso que debemos saber despedirnos de ella y hacer balance de lo positivo y lo negativo que nos ha aportado.


Hacer balance significa analizar los sentimientos y emociones que vivimos durante ese período de nuestra vida, desde el comienzo hasta su finalización, y también evaluar todas las experiencias que nos tocó vivir, tanto positivas como negativas.


Este balance global nos permitirá despedirnos de dicha etapa y dar por concluido el proceso de duelo por una etapa de nuestra vida que se va.


3. Recordar el esfuerzo realizado


Además de evaluar lo vivido, también es importante recordar el esfuerzo realizado durante la pasada etapa, con el cual nos sentiremos orgullosos de nosotros mismos y seremos conscientes tanto de nuestro valor como seres humanos como de nuestra gran capacidad de hacer frente a las adversidades.


De esta forma nos centraremos en lo positivo de lo que hemos hecho y no solo en los malos momentos, lo cual nos permitirá aumentar nuestra autoestima y mejorar la valoración que tenemos de nosotros mismos y de nuestro rendimiento.


4. Aprender de los errores


Otro de los beneficios que nos aporta el balance global es el de aprender de los errores que hemos cometido en el pasado, algo que nos beneficiará mucho en el futuro.


De todos es sabido que de los errores se aprenden conocimientos muy importantes para aplicar en el futuro y con los que podemos evitar la comisión de todo tipo de errores nuevamente.


5. Establecer nuevos objetivos para mirar hacia el futuro


Para seguir adelante una vez se ha cerrado una etapa es importante establecer nuevos objetivos en nuestra vida, ya que hemos dejado atrás la etapa anterior y es necesario contar con alicientes y motivaciones nuevas que orienten nuestra mirada hacia lo que está por venir.


Tener nuevos horizontes que perseguir nos servirá para ir dejando atrás la etapa pasada y nos dará fuerzas para tener nuevos proyectos cuanto antes.


6. Perdonarnos


Para superar etapas finalizadas con éxito debemos perdonarnos a nosotros mismos y evitar autorreprocharnos cosas del pasado. Esto se consigue aceptando todo lo sucedido y no culpándonos de aquellas cosas que hayan podido ir mal.


Es importante tener claro que la realidad es la que es, no se puede volver al pasado y de nada sirve lamentarse ni volver a pensar en lo que pudo haber pasado si hubiésemos obrado de otra manera. Hay que perdonarse y seguir adelante.


7. Pasar a la acción


Además de todo el proceso mental, introspectivo y emocional realizado sobre la etapa anterior debemos empezar a pasar a tomar acciones concretas y prácticas para seguir adelante con nuestra vida y no estancarnos en la etapa anterior.


Una vez hayamos pasado a la acción llevando a cabo nuevos proyectos que abran ante nosotros un nuevo tiempo y una nueva vida, nos será mucho más fácil dejar atrás la etapa pasada.


Psicología y Mente

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