Publicado: 19 de Mayo de 2021

Tengo un hijo de 14 años, con el que hasta hace poco hablábamos con normalidad de los cambios de su cuerpo, de sexo... pero últimamente lo noto más reacio y pasa más horas solo en su habitación. No sé si es bueno insistir y preguntar. Me preocupa que nos estemos distanciando y no sé cómo actuar. En su momento, decidimos confiar en él y no limitarle el uso de internet, pero ahora me preocupa que busque y encuentre información poco adecuada. ¿Estamos haciendo bien?


Por lo que cuentas, tu hijo está bien preparado para enfrentar esta nueva etapa de su vida por todo lo compartido contigo en estos años anteriores. La adolescencia es precisamente una etapa en la que los hijos buscan crear su propia identidad, alejándose, diferenciándose e, incluso algunas veces, necesitan enfrentarse a los padres y a los adultos en general. Buscan mucho más reafirmarse y ser escuchados que escuchar. Han de construir su propia manera de llevar su vida adelante.


Educación sexual sin tapujos


Si se trata de hablar de temas que les preocupan como es el caso del sexo y su sexualidad aún es más normal que ellos busquen información por su cuenta, ya sea en internet, en los libros, hablando con sus amigos, etc. Y es muy importante respetar esta autonomía para que puedan crecer dándoles un espacio propio e individual.


En esta etapa, suele ser más eficaz abordar los temas relacionados con el sexo desde el juego y de una manera desdramatizada, alejada de la solemnidad y de la intención de dar lecciones. Esta sería una buena consigna a no ser que ellos pregunten. Entonces, hay que ser lo más claro y directos posible y no evitar abordar ninguna cuestión por molesta que nos pueda resultar. De hecho, una de las cosas que más influyen en la sexualidad de nuestros hijos es la relación que nosotros mismos mantenemos con el sexo y con el placer.


Paradójicamente, no debe importarnos hacernos pesados y repetir una y otra vez mensajes importantes, como lo imprescindible que es utilizar siempre condón en las relaciones sexuales para evitar embarazos indeseados y la transmisión de enfermedades sexuales.


Podemos dejarles libros que nos parezcan útiles a su alcance o sacar en momentos en los que estemos relajados (siempre hablando desde nosotros y desde nuestra experiencia), cuestiones relacionadas con la sexualidad que nos gustaría que tuvieran muy en cuenta. Como, por ejemplo:


Es importante que hagan solamente aquello que les apetezca hacer a ellos y que les dé placer.

El sexo está para sentir placer y bienestar, no para complacer a los demás.

Es importante explorar y poco a poco descubrir aquello que nos gusta y también lo que no nos gusta.

Masturbarse es algo lógico y normal, no solo a su edad, sino a cualquier edad…

Es por eso que necesitan un espacio propio para ir aprendiendo consigo mismos lo que les gusta.


Se trata sobre todo de ver que estamos abiertos a abordar esta cuestión y que estamos a su disposición, que estamos pendientes y que pueden contar con nosotros. Más que hablar, a veces en esta etapa –como en muchas otras– es importante que sientan que estamos presentes, y más que preguntar o intentar averiguar qué hacen todo el tiempo o qué piensan o sienten, acompañarlos en esta importante etapa.


Mireia Darder

Enlace: https://www.cuerpomente.com/psicologia/hijos/como-hablamos-sexo-adolescentes_1104

Imagen: Adobe Spark Post