Publicado: 20 de Marzo de 2022

Hace un siglo, el médico e investigador Gregorio Marañón llegó ya a la conclusión de que el cerebro interpreta muchas de las sensaciones físicas que nos llegan en clave emocional. Necesita dotar de significado todo lo que le sucede. Aquello que vivimos es modulado por nuestra memoria, nuestras experiencia y creencias.


Siendo conscientes de que así funciona nuestro cerebro, podremos entender mejor lo que nos pasa por dentro sin alarmarnos ni dramatizar. Lograremos relativizar las sensaciones de nuestro cuerpo sin entrar en pánico.


Si vamos en un vagón de metro atestado de gente, por ejemplo, y nos agobiamos, es fácil que sintamos que nos falta espacio para respirar o movernos, y que las tres estaciones que nos faltan para llegar nos parezcan una eternidad. El cuerpo se tensa, los codos se preparan para protegernos, apretamos los dientes y sentimos que todo nuestro cuerpo vibra.


Cuando por fin abandonamos el vagón, quizá nos sacudamos como un perro mojado, intentando dejar atrás el mal trance, pero el agobio, la rabia, nos acompañan en la barriga, en el estómago, en la postura de los hombros…¿Cuántas veces pasa, entonces, que gruñimos a la primera persona que vemos?


Aprender a reconocer tus emociones


Con la práctica de sentir, reconocer y nombrar lo que está ocurriendo en el cuerpo, así como las emociones que se desatan dentro de nosotros, entrenamos nuestra autoconciencia. En ello se centra la práctica del mindfulness.


Al sentir y nombrar lo que siento –que mi cara arde de vergüenza o que mi barriga está dura como una piedra por el miedo–, tengo la libertad de identificarme o no con mis sensaciones corporales y emociones asociadas. Con ello, adquiero la posibilidad de actuar en lugar de reaccionar ciegamente. Es una autoobservación benevolente, impulsada por la curiosidad y sin juicio.


Puedes plantearte preguntas como:


¿Qué ocurre en el cuerpo?

¿Qué estoy sintiendo ahora?

¿En qué parte del cuerpo?

¿Cómo se manifiesta esta sensación?

¿Cómo se expresa esta emoción concreta en mi cuerpo?


En la sociedad actual prima el cerebro, pero hay que considerar también la existencia del mundo que se encuentra bajo nuestro cuello: el cuerpo nos manda señales, incluso antes de que la emoción nos inunde.


Un diario pueder servirte de brújula emocional


Si escuchamos nuestro cuerpo, si sabemos leer lo que nos dice, podremos reconocer las emociones sin ser arrastrados por ellas.


Llevar un diario emocional, en el que consignes las emociones más notables del día, y las sensaciones físicas asociadas, puede funcionar como una brújula, ayudándote a tomar consciencia de tus estados de ánimo, de tus ciclos y los sentimientos más dominantes en determinadas situaciones.


Es un escaneo emocional que te permite conocerte mejor y relativizar tus estados emocionales, asumiendo, por ejemplo, que por las mañanas estás de mal humor. Te ayuda a cuidarte y a evitar peleas con tus seres queridos.


Este chequeo diario es una invitación a sentir y observar las emociones, en lugar de reprimirlas. Conocer lo que sientes y cómo se expresa en tu cuerpo te permite mejorar tu gestión emocional, lo cual es altamente liberador.


Nuestras emociones se expresan a través de sensaciones corporales. Por eso hay que acogerlas y sentirlas. Utilizar el cuerpo como brújula emocional nos permitirá navegar mucho mejor a través de los torrentes de la vida.


Ejercicio: cómo trazar tu mapa "cuerpo-emoción"


Dibuja la silueta de tu cuerpo en el diario cada día. Anota sobre tu silueta las sensaciones físicas que vayan surgiendo a lo largo de la jornada, añadiendo las emociones con las que las relaciones.


Presta atención a tus emociones. Cada vez que sientas una emoción intensa, anota también –o graba en tu móvil– las sensaciones que notes en el cuerpo e incorpora esa información a tu mapa corporal de emociones.


Pon color a tus emociones y sensaciones. Si quieres hacerlo más gráfico, puedes identificar cada emoción con un color y utilizarlo luego para colorear esa zona del cuerpo a la que asocias la sensación.


Reconecta y gana conciencia de lo que sientes. Poco a poco serás más consciente de lo que sientes. Comprenderás mejor tus reacciones y reconocerás las señales que manda tu cuerpo, reconectando de forma inteligente con él.


Anna Sólyum

Enlace: https://www.cuerpomente.com/nos-inspiran/diario-emociones_9689

Imagen: Adobe Creative Cloud Express