Publicado: 18 de Enero de 2021

Todos alguna vez, experimentamos ansiedad, una sensación desagradable, acompañada de inquietud, preocupación constante por acontecimientos del futuro, temor a un posible peligro, o que las “cosas salgan mal”.


Un estado de intranquilidad, con gran angustia, la necesidad de “hacer algo ya”, aunque no se pueda.


Síntomas de la ansiedad


Conlleva a manifestar síntomas psicosomáticos, tales como aceleración del ritmo cardíaco, respiración agitada, sudoración excesiva en manos o rostro, déficit de atención, dolor de cabeza e irritabilidad emocional.


Dichos síntomas a largo plazo, producen un estado de alerta y estrés constante. Provocando, migrañas, trastorno del sueño, problemas del sistema digestivo, tales como colon irritable.


La ansiedad crónica, disminuye el goce y placer por las cosas cotidianas, ausencia del deseo sexual, dificultad en el rendimiento académico y laboral.


Acompañado de gran fatiga y baja autoestima. Pero, ¿Cuál es la diferencia entre “Ansiedad” y “Ataque de pánico”?


Ataque de pánico, características que lo diferencian de la ansiedad generalizada


Dicha diferencia, reside en la “INTENSIDAD” del mismo.


Los ataques de pánico, son repentinos, llegan en momentos y lugares menos pensados. La persona que lo padece, puede no reconocer que motivo lo causa, la mente se pone en blanco y solo hay lugar para el miedo constante que paraliza e incapacita al sujeto.


En su mente hay una confusión, como si una nube gris, ahondara en su cabeza, y le impidiera pensar con claridad.


Las manifestaciones psicosomáticas, son muy fuertes, la mayoría de las personas sienten que no pueden respirar, todo su mundo se reduce, se crea un nudo en la garganta, que les impide poder hablar sobre lo que les pasa.


Comienzan a sentir una inquietud muy fuerte, en algunos casos, “Huir corriendo” del lugar donde se encuentran. La sensación de muerte es inminente.


Sudoración excesiva, mareos, náuseas, claustrofobia y angustia, con necesidad de llorar sin consuelo. Es lo que aborda un ataque de pánico.


Pero como la palabra lo dice, es un “ATAQUE”, sucede todo muy deprisa, repentinamente, y luego desciende a la normalidad.


Este episodio conlleva un estrés tan fuerte, que los niveles de cortisol se desequilibran, provocando gran cantidad de adrenalina.


Es por ello la necesidad, de “Salir corriendo del lugar donde se encuentran”, o producir una gran fatiga luego de dicho episodio.


¿Cómo podemos ayudar a una persona con ataques de pánico?


No hay una respuesta específica, como se suele decir, “Cada persona es un mundo”, pero luego de investigar y principalmente entrevistar hombres y mujeres con dicho padecimiento, obtuve dos respuestas muy interesantes.


En primera instancia, necesitan “Espacio”, un lugar tranquilo, apartado del bullicio y ruido, donde fluya el aire y les permita una mejor ventilación para respirar.


Luego infundir en ellos la calma, transmitiendo que el peligro o sensación de muerte es irreal, aunque lo sientan. Si el acompañante mantiene la serenidad, quien lo padece podrá sentirse seguro. Es conveniente ayudar con respiraciones profundas y guiadas, para que su atención se enfoque solo en inhalar y exhalar el aire, desvinculándose de lo que ocurre a su alrededor.


Por otra parte, necesitan hablar de aquello que les preocupa y genera tanta ansiedad. Una vez que logran expresar su temor en palabras, comienzan a llorar, “quitar ese peso” que tanto les agobiaba.


En este momento, el acompañante, (Amigo, docente, familiar, AT) debe infundir paz, desde la “Escucha Empática”, es decir ponernos en el lugar de la persona y entender su quietud sin juzgar.


La empatía nos invita a dimensionar su angustia, respetando que su problema es realmente importante. En esta instancia podemos aconsejar a quien padece el ataque de pánico, con palabras objetivas y positivas, por ejemplo: “Todo saldrá bien”. Si aun la persona no logra sosiego, entonces lo mejor es ABRAZAR, con fuerza, para que sienta “Seguridad”, que tenga la sensación de protección, como de niños necesitábamos ser acogidos en brazos y sentir calidez.


Virginia del Rosario Goya

Enlace: https://www.psicoactiva.com/blog/diferencia-entre-ansiedad-ataque-panico/

Imagen: Adobe Spark Post