Publicado: 3 de Enero de 2023

Los adolescentes hoy en día son menos maduros que en generaciones anteriores. La pandemia les ha separado de sus iguales y probablemente les ha empujado a una hiperconexión tecnológica que ha reforzado la soledad no deseada, pero también hay un componente de sobreprotección paterna. “La inteligencia emocional antes se enseñaba en casa. Ahora no dejamos que los adolescentes se aburran o se frustren. Vivimos en una época de gratificación y solución instantánea que conduce a que nuestros adolescentes no sepan cómo gestionar las emociones ni cómo manifestarlas”, ha explicado el Dr. Darío Casimiro, responsable de la Unidad de Adolescentes del Hospital Universitario Sanitas La Zarzuela.


Esta inmadurez conduce a una incapacidad para gestionar la frustración. “La autoexigencia social, el espejo deforme de las redes sociales y la ausencia de control de los impulsos pueden conducir a trastornos del ánimo, como la depresión”, ha apuntado el especialista. Pero también a manifestaciones físicas: “Cuando la mente no encuentra el modo de expresar la emoción, el cerebro somatiza para evitar ese estrés y encuentra un modo de expresarlo a través de lo físico”.


Aunque el experto también subraya que hay que ser riguroso en la definición de los estados. “Estar triste no es estar deprimido. En situaciones de tristeza vital que vemos en la consulta, estamos hablando de personas que sienten tristeza por su vida. Son perfectamente funcionales, pero sienten que no pueden escapar de esa tristeza. Esto no es una depresión, salvo que vaya a más. Pero existen modos para tratar esta situación y evitar que degenere. Por ejemplo, trabajar el orden: es clave mantener unos horarios de sueño adecuados, realizar las comidas también de manera regular y a horas similares o tener cierta disciplina en la práctica de deportes o de la actividad física que más nos convenga”.


La visibilidad de la salud mental


Los adolescentes actuales no perciben tanto estigma sobre la salud mental como en generaciones anteriores. “El hecho de que personalidades públicas de distintos ámbitos hablen abiertamente de problemas de salud mental, ayuda a cambiar la percepción tradicional en este país sobre la salud mental. Que acudir a un especialista de salud mental deje de ser un tabú o un motivo de vergüenza es un enorme cambio social. Si me preguntan, diría que el beneficio de esta visibilidad compensa con mucho los posibles riesgos de la frivolización de la salud mental. Al final, hablamos de personas que sufren y cualquier tipo de ayuda para aliviar ese sufrimiento es bienvenida”.


¿Y qué ocurre con la rebeldía adolescente? “Hay cosas que no cambian, claro. Esta generación también es rebelde, pero el impacto de la pandemia es muy claro: de la noche a la mañana se han visto obligados a permanecer encerrados con su familia (en un momento de sus vidas en la que cualquier adolescente intenta separarse), sin contacto físico con sus iguales. Pero hay que vivir sus dramas con normalidad y sentido común. Sin olvidarnos de que también hay padres que, con su sobreprotección, la ausencia de límites y orden, también magnifican estas situaciones y le añaden complejidad”.


Los trastornos de la conducta alimentaria son otro capítulo que también se vincula con esta fase del desarrollo. “Volvemos a hablar del refuerzo que la sociedad actual y el valor de la imagen percibida (muchas veces distorsionada por las redes sociales) provoca en los adolescentes. Ahora mismo ellos son más conscientes de la importancia de cuidarse, no tanto por aspectos estéticos como por la importancia de estar sano. Pero aún así, seguimos viendo trastornos de la conducta alimentaria en los jóvenes. En mayor porcentaje en mujeres, pero hemos detectado que el porcentaje de hombres está aumentando”.


Esta unidad también aborda otras situaciones de salud, con un marcado enfoque preventivo. “Hay un dato demoledor: la inmensa mayoría de las patologías graves que aparecen en la vida adulta se podrían evitar si actuásemos durante la adolescencia. Estoy hablando de diabetes, obesidad, patología cardiaca, hipertensión… Situaciones de salud que nos restan calidad y años de vida y que son perfectamente evitables”.


Compromiso real con la salud mental


El compromiso de Sanitas con el cuidado de la salud mental de las personas se manifiesta en la puesta en marcha de Cuida tu mente, un nuevo servicio incluido dentro de BluaU, donde el cliente puede cuidar y promover su salud mental y emocional en todo momento. Gracias a la app, es posible realizar una valoración psicológica online que servirá al paciente de punto de partida personalizar su experiencia, evaluar su estado emocional y la necesidad de intervención psicológica.


Además, el nuevo Hospital Sanitas Valdebebas, que abrirá sus puertas en 2025 en la zona norte de Madrid, contará con el Instituto de Salud y Bienestar Mental, con 22 camas de hospitalización dedicadas a la salud mental.


Boletín Sanitas

Enlace: https://boletin.sanitasweb.es/articulos-detuinteres/la-inteligencia-emocional-antes-se-ensenaba-en-casa-ahora-no-dejamos-que-los-adolescentes-se-aburran-o-se-frustren

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