Publicado: 31 de Marzo de 2021


¿De dónde viene el concepto de Inteligencia Emocional?


El concepto de inteligencia emocional es muy reciente. Hasta hace unos años la ciencia conocía muy poco sobre el mundo de las emociones. El escáner cerebral ayudó a que se descubrieran más cosas sobre el cerebro y sobre las respuestas que este da desde el sistema límbico: las respuestas puramente emocionales.


Estos avances científicos fueron de la mano del desarrollo teórico de la inteligencia emocional. Investigadores como Gardner o Stemberg, prepararon este camino de conceptualización de la inteligencia emocional.


Pero sin duda una de las figuras más importantes en esta materia es Daniel Goleman. Entre otras cosas, Goleman defendió que la diferencia entre una vida de éxito y una de fracasos es la inteligencia emocional.


Los componentes de la inteligencia emocional


Las emociones en sí no son buenas o malas, sino positivas o negativas según lo que nos aportan. Lo que podemos calificar de bueno o malo es la gestión y el encauce que hacemos de ellas. Ser inteligente emocionalmente, como apuntó Daniel Goleman, es dotar de inteligencia la emoción.


Para hacer una gestión inteligente de las emociones debemos identificarlas, analizar el contexto en el que se producen y conseguir hacernos con la respuesta emocional. ¿Cuáles son los componentes de la inteligencia emocional según Daniel Goleman?


Empatía: la capacidad de ponerse en el lugar del otro y comprender sus sentimientos.

Autoconciencia: la habilidad de conocerse a uno mismo, de entender tus emociones, tus estados de ánimo y tus acciones.

Motivación: lo que nos impulsa a conseguir ciertas metas.

Habilidades sociales: la forma en la que nos relacionamos con los demás.

Autorregulación: la habilidad para controlar nuestras emociones y nuestros impulsos.

Las emociones


Las emociones negativas primarias (el miedo, la ira…), de manera evolutiva, han sido nuestro mecanismo de defensa. Gracias a que somos una especie emocional nuestra especie consiguió sobrevivir durante muchos años en un ambiente hostil.


Pero, ¿cuáles son las emociones primarias (las antiguas, por así decirlo) y cuáles las secundarias? Las emociones primarias son el miedo, la ira, la alegría y la tristeza.


Las emociones secundarias, consideradas por muchos una mezcla entre las primarias, son el amor, la gentileza, la ansiedad, la sorpresa, la culpa, la pena, la vergüenza, el interés, la aversión, los celos, etc.


Todas ellas se nos presentan de dos formas: de forma psicológica y de forma física. Cada emoción nos produce unas sensaciones, e identificar esos pensamientos y esos estados físicos, puede ayudarnos a identificar la emoción y así controlarla.


Las emociones y el conflicto


Las emociones y el conflicto están totalmente interrelacionados, y es que nuestras emociones son las principales responsables de nuestra respuesta ante el conflicto. Las emociones no deben ser reprimidas, es una de las cosas que nos hace ser lo que somos: seres humanos.


Sin embargo, para actuar con inteligencia emocional no debemos dejar que estas determinen nuestras actuaciones. Aprender a controlar y gestionar nuestras emociones hará que no nos limiten y tampoco nos impida actuar de manera consciente y acertada ante los problemas.


Controlando las emociones, podremos controlar el manejo real del conflicto.


Psicopedia

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