Publicado: 10 de Abril de 2023

Todos tenemos altibajos emocionales o momentos en los que vivimos las emociones de forma muy intensa. Sin embargo, cuando estos cambios son muy extremos o se reacciona de forma demasiado exagerada, hablamos de labilidad emocional.


Qué es labilidad emocional


El término “labilidad emocional” hace referencia a cambios de humor bruscos, desproporcionados e incontrolados, que se dan aunque no exista un motivo específico. También puede manifestarse cuando una persona reacciona de forma muy exagerada ante una situación más o menos neutral, o mostrando estados temporales de euforia o de tristeza.


En general, la persona que sufre episodios de labilidad emocional tiene dificultad para manejar adecuadamente sus emociones y se ve desbordada por ellas sin poder controlarlas. Por ejemplo, puede sufrir ataques de risa ante una situación que no resulta tan graciosa o episodios de llanto intenso por un pequeño contratiempo. En casos más graves, estas reacciones pueden ser contradictorias, por ejemplo, reír por algo triste o llorar intensamente ante una situación graciosa.


La labilidad emocional supone una escasa capacidad para reconocer y manejar las propias emociones.


Qué no es labilidad emocional


La labilidad emocional no es un trastorno psicológico en sí, sino que es la manifestación o el síntoma de otros problemas más globales. Es importante diferenciar la labilidad emocional de otros estados psicológicos o psiquiátricos más graves como la bipolaridad o la depresión.


En estos trastornos, los cambios emocionales son más profundos y prolongados. Además, suelen durar varias semanas o meses, mientras que las alteraciones de la labilidad emocional duran apenas unas horas.


Por otro lado, hay ciertos momentos de nuestra vida en los que tenemos condiciones hormonales especiales que pueden provocar labilidad emocional. Por ejemplo, en la adolescencia, durante el embarazo o la menopausia, hay fuertes cambios hormonales que pueden provocar episodios de reacciones emocionales muy intensas. Este tipo de labilidad emocional puede ser entendida como parte del proceso de cambio y adaptación, y no debe ser considerada jamás como problema.


Por qué ocurre la labilidad emocional


Aún existe controversia sobre la causa de la labilidad emocional. Unas corrientes apuntan a problemas neurológicos en el sistema límbico (centro de regulación y control de las emociones). Datos que apoyan esta idea es que se detecta labilidad emocional en personas que sufren esclerosis, accidentes cardiovasculares, Parkinson o Alzheimer.


Por otro lado, también se puede entender la labilidad emocional desde un punto de vista más psicológico, en el sentido de un mal aprendizaje de la gestión emocional. Personas que no han tenido un modelo familiar sano o que han sufrido malos tratos o abusos en sus infancias, no han aprendido a gestionar sus emociones de forma equilibrada y pueden llegar al extremo de descontrol que supone la labilidad emocional.


Aún es necesaria mucha más investigación para comprender y tratar la labilidad emocional.


Labailidad emocional: cómo se trabaja en terapia


En terapia, se puede trabajar de forma muy efectiva para aprender a reconocer y manejar las emociones. Tengamos en cuenta que la plasticidad cerebral nos permite reforzar ciertas áreas de nuestro cerebro que no han tenido el estímulo adecuado en el pasado. De esta forma, podemos fortalecer los aprendizajes sanos que no pudieron realizarse durante la infancia.


Pasos que seguimos en mi consulta:


1. Reconocer las emociones


Un primer paso es poder escuchar y nombrar lo que estamos sintiendo en cada momento. Muchas personas me dicen, en consulta, que sienten cosas, pero que no pueden definirlas. En el caso de la labilidad emocional, hacemos mucho hincapié en conectar y escuchar las propias emociones.


2. Identificar la intensidad e importancia de las emociones


Una vez reconocidas y nombradas las emociones, debemos ubicarlas en una escala de intensidad. Ante cada situación, podemos preguntar: ¿Cómo de importante es lo que está ocurriendo? ¿Es proporcional mi reacción emocional a la situación en sí?


De esta forma, la persona va aprendiendo a regular sus emociones para ajustarlas a la situación real.


3. Aplicar técnicas de relajación


A través de sencillos ejercicios de respiración y visualización, la persona aprende a observar su estado mental/emocional y a manejar sus niveles de estrés y ansiedad. Si se incorpora como parte de una rutina diaria, es una gran herramienta en la regulación emocional.


Ramón Soler

Enlace: https://www.cuerpomente.com/salud-natural/labilidad-emocional-que-es_11207

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