Publicado: 7 de Noviembre de 2015

A lo largo de los años la sociedad ha premiado la extroversión. El ideal de éxito está vinculado a una persona abierta al mundo, sociable y empática, que se desenvuelve con soltura en diferentes situaciones sociales. Por eso, las personas introvertidas pueden sentirse menospreciadas o en desventaja. De hecho, muchas luchan para ser más extrovertidas ya que en algún momento se han sentido ridiculizadas o incluso han sido catalogadas como “inadaptadas”.


Sin embargo, la extroversión y la introversión no son sino diferentes formas de lidiar con el mundo y las relaciones sociales. Ahora un estudio realizado en el Dartmouth College desvela que las personas introvertidas tienen una percepción del mundo social mucho más precisa y objetiva de la que poseen los extrovertidos.


La Paradoja de la Amistad y el sesgo de la extroversión


El estudio en cuestión analizó la interacción de dos factores claves en un grupo de 284 estudiantes de maestría: el nivel de extroversión y la homofilia. La homofilia hace referencia al hecho de que las personas con niveles similares de introversión o extroversión son más propensas a buscar amigos dentro de su mismo grupo.


Estos estudiantes rellenaron dos encuestas, una a las cinco semanas de haber comenzado la universidad y otra a las once semanas. También completaron cuestionarios en los que se indagaba con quiénes socializaban y tests para evaluar su nivel de introversión/extroversión.


Los resultados mostraron que las personas extrovertidas tienden a conectarse con otros extrovertidos, por lo que sus redes sociales a menudo contienen una abrumadora mayoría de extrovertidos. Sin embargo, los introvertidos eran más propensos a formar redes sociales más “equilibradas”, que representan un grupo demográfico más completo.


Como resultado, los extrovertidos tienden a caer en lo que se conoce como la “Paradoja de la Amistad”. Esta teoría fue propuesta en el año 1991 por el sociólogo Scott Feld, quien observó que la mayoría de las personas tienen menos amigos que los que tienen sus amigos. Esto se debe a que solemos elegir como amigos a personas que, a su vez, tienen muchos amigos. Preferimos a las personas extrovertidas, en vez de a los introvertidos. Por eso, las probabilidades de que nuestros amigos tengan más amigos que nosotros, son altas.


En este estudio se apreció que las personas extrovertidas creen que son mucho más sociables de lo que son en realidad, lo cual se debe a que las inferencias sobre sí mismos y sus relaciones sociales dependen, en gran medida, de la red social que han construido.


Es decir, las personas extrovertidas suelen salir mucho y encuentran a personas similares. Desde su punto de vista, el mundo está lleno de “mariposas que revolotean”. Al contrario, los introvertidos son conscientes de que existen esas “mariposas”, pero también saben que no están por doquier.


Por tanto, si eres una persona extrovertida, es posible que tengas una visión sesgada de ti mismo y de tus amistades. Sin embargo, si eres introvertido, puedes tener una idea mucho más precisa y objetiva, lo cual se debe a que la introversión estimula cualidades como la reflexión y la capacidad de observación, las cuales permiten calibrar mejor el mundo social y comprender cómo funciona.


De hecho, al contrario de la creencia popular, los introvertidos no son malos comunicadores. Simplemente prefieren estar en grupos más pequeño de personas, en vez de apostar por grupos grandes. Ellos valoran la calidad de las relaciones, más de la cantidad.


Como colofón, ¿sabías que los introvertidos son mejores administradores que los extrovertidos? Se ha demostrado que las personas con tendencia a la introversión no solo administran mejor el tiempo sino que también pueden ser mejores para guiar un enfoque de negocio.


Otro estudio realizado en la Universidad de Pennsylvania descubrió que los empleados proactivos realizan mejor su trabajo cuando están bajo el mando de una persona introvertida. Esto se debe a que los líderes introvertidos son más propensos a escuchar y prestarles atención a las personas que tienen bajo su mando, así como a reconocer sus esfuerzos.



Fuentes:

Feiler, D. C. & Kleinbaum, A. M. (2015) Popularity, Similarity, and the Network Extraversion Bias. Psychological Science; 26(5): 593-603.

Grant, A. M. et. Al. (2011) Reversing the Extraverted Leadership Advantage: The Role of Employee Proactivity. Academy of Management Journal; 54(3): 528-550.