Publicado: 17 de Mayo de 2016


Hoy, 17 de mayo, se celebra el Día Internacional contra la Homofobia, la Transfobia y la Bifobia. A través de la celebración de este día se pretende conmemorar el importante paso que supuso la eliminación de la homosexualidad de la lista de enfermedades mentales por parte de la Asamblea General de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-10), el 17 de mayo de 1990, así como defender los derechos de las personas homosexuales, lesbianas, bisexuales y transexuales (LGTB).

Más de 25 años después, y a pesar de este importante avance, la diversidad sexual y de género todavía es considerada en muchos lugares como un problema de salud mental, siendo el colectivo de LGTB objeto de discriminación, persecución y estigmatización social, tal y como denuncia la International Lesbian and Gay Association (ILGA). Prueba de esta patologización, la ILGA señala que el diagnóstico psiquiátrico de “trastorno de identidad de género” es un requisito obligatorio en muchos países para cualquier persona que desee hacer el cambio de nombre y sexo legal. Igualmente, la ILGA subraya que todavía está muy presente el argumento psiquiátrico que subyace para justificar el tratamiento a las personas LGTB con el objetivo de “reformar” o “curar” su “enfermedad”. A este respecto, si bien existe un consenso creciente en contra del enfoque que justifica las terapias de conversión sexual, e incluso estudios que demuestran sus efectos dañinos, todavía siguen constituyendo una alternativa de tratamiento defendida en muchos contextos.

Por todas estas razones, la campaña lanzada para este año 2016 está centrada en la salud mental y el bienestar y tiene el objetivo de enfatizar la despatologización de las personas LGTB y la erradicación de la aplicación de las terapias de conversión sexual y otras prácticas que fomentan el estigma hacia este colectivo. 

Dicha campaña cuenta con un importante apoyo por parte de la Asociación  Americana de Psicología (APA), que ha puesto a disposición del público informes, resoluciones, guías y otros recursos en relación con la práctica psicológica con las personas LGTB (que se pueden consultar aquí: http://www.apa.org/pi/lgbt/resources/against-homophobia.aspx).

Entre dichos recursos, se encuentra disponible un documento sobre recomendaciones para la práctica psicológica con personas transgénero y no conformes con el género, elaborado recientemente por la Asociación Americana de Psicología (APA) (Guidelines for Psychological Practice with transgender and gender nonconforming people). 

Las recomendaciones están basadas en la evidencia científica y tienen como finalidad asesorar a los psicólogos en la aplicación de una práctica psicológica trans-afirmativa,  es decir, una práctica respetuosa, consciente y de apoyo a las identidades y experiencias vitales de las personas transgénero y no conformes con el género (TGNC). 

Según las pautas establecidas  por la APA, los psicólogos que trabajen con personas TGNC, deben:

  • Comprender que el género no es un constructo binario, sino que permite un rango de identidades de género y que la identidad de género de la persona puede no estar en consonancia con el sexo asignado en el nacimiento. 

  • Comprender que la identidad de género y la orientación sexual son constructos diferentes, pero interrelacionados

  • Tratar de entender la conexión entre la identidad de género y las diferentes identidades culturales de las personas TGNC. 

  • Ser conscientes de cómo su actitud hacia la identidad de género y expresión de género y sus conocimientos al respecto pueden afectar la calidad de la atención que prestan a las personas TGNC y sus familias. 

  • Reconocer cómo el estigma, los prejuicios, la discriminación y la violencia afectan a la salud y al bienestar de las personas TGNC. 

  • Esforzarse por reconocer la influencia de las barreras institucionales en la vida de las personas TGNC y ayudar en el desarrollo de entornos  TGNC-afirmativos. 

  • Entender la necesidad de promover el cambio social para reducir los efectos negativos del estigma en la salud y el bienestar de las personas TGNC. 

  • Comprender las diferentes necesidades asociadas al desarrollo en los niños y adolescentes cuando se trabaje sobre el cuestionamiento del género, así como que los cambios manifestados en la identidad TGNC no tienen por qué perdurar en la etapa adulta. 

  • Esforzarse en comprender los retos particulares a los que deben hacer frente las personas TGNC mayores de 65 añosy la resiliencia que pueden llegar a desarrollar. 

  • Entender cómo los problemas de salud mental pueden o no estar relacionados con la identidad de género de una persona TGNC y los efectos psicológicos del estrés asociado a la pertenencia a una minoría. 

  • Reconocer que las personas TGNC son más propensas a obtener resultados positivos cuando reciben apoyo social o atención trans-afirmativa.

  • Esforzarse por comprender los efectos que los cambios en la identidad y expresión de género tienen sobre las relaciones amorosas y sexuales de las personas TGNC. 

  • Tratar de entender cómo la crianza y la configuración familiar entre las personas TGNC pueden adoptar una variedad de posibilidades.

  • Reconocer los beneficios potenciales de adoptar un enfoque interdisciplinar al proporcionar atención a las personas TGNC y tratar de trabajar en colaboración con otros profesionales. 

  • Respetar los derechos y seguridad de los participantes TGNC en los estudios de investigación y esforzarse por presentar los resultados adecuadamente y evitar el mal uso o tergiversación de los resultados. 

  • Tratar de formar a los futuros psicólogos para que trabajen competentemente con las personas TGNC.

Las personas interesadas pueden acceder al documento completo en el siguiente enlace:

Guidelines for Psychological Practice with transgender and gender nonconforming people – APA