Publicado: 16 de Junio de 2019

El paradigma del condicionamiento encubierto fue desarrollado por Joseph R. Cautela en 1966, y está englobado dentro de las terapias de conducta. En este tipo de condicionamiento, los estímulos se presentan en la imaginación.

En este artículo conoceremos la tríada de autocontrol, una técnica de modificación de conducta encubiertadesarrollada también por J.R. Cautela, empleada sobre todo en trastornos adictivos, sexuales y del control de los impulsos, y que trata de reducir las conductas no deseadas.

Tríada de autocontrol: ¿en qué consiste?

La tríada de autocontrol es una técnica derivada del autocontrol, propia de Joseph R. Cautela. Su objetivo es disminuir la probabilidad de ocurrencia de una respuesta o conducta no deseada utilizando los estímulos a través de la imaginación. Recordemos que una conducta también puede ser un pensamiento (en este caso, no deseado).

Las técnicas de autocontrol pretenden que adquiramos y ejercitemos la capacidad de ejercer dominio sobre nosotros mismos, e implican que aprendamos a controlar nuestras conductas en todas sus vertientes (es decir, nuestros pensamientos, actos, emociones, etc.).

La tríada de autocontrol de Cautela pretende alterar la frecuencia de una respuesta a través de la manipulación de sus consecuencias; con esta técnica, los estímulos antecedentes, la conducta en sí misma y los estímulos consecuentes (consecuencias), se presentan a la persona de forma imaginaria, es decir, en imaginación (la persona deberá imaginarlo todo de forma detallada).

El condicionamiento encubierto

La tríada de autocontrol pertenece al paradigma llamado condicionamiento encubierto (en imaginación), que también fue desarrollado por Cautela, en 1996.

El condicionamiento encubierto es un tipo de procedimiento que incluye una serie de pases:

  • Fase educativa.
  • Fase de entrenamiento.
  • Fase de aplicación.
  • Fase de consolidación y generalización.

Pasos

Por su parte, la tríada de autocontrol de Cautela se desarrolla en tres pasos:

1. Primer paso

El paciente, cuando está a punto de realizar la conducta no deseada (o cuando simplemente piensa en tal conducta, o le aparece un pensamiento no deseado), dice en voz alta: “¡Basta!”, y detiene el pensamiento no expresado.

Es decir, este paso puede incluir la detención del pensamiento, que es otra técnica del condicionamiento encubierto, propia también de Cautela.

2. Segundo paso

Después de decir “¡Basta!”, el segundo paso implica que el paciente realice una respiración profunda y relajante, y por ende se relaje.

3. Tercer paso

El tercer y último paso de la tríada de autocontrol consiste en visualizar mentalmente una imagen o escena agradable.

Origen del condicionamiento encubierto

Como hemos visto, fue Joseph R. Cautela quien inició los estudios del condicionamiento encubierto. En 1966, Cautela describió y empleó la llamada técnica de sensibilización encubierta, a partir de la cual se aplicaba una consecuencia aversiva imaginada (por ejemplo una sensación de náusea) contingente a una conducta desadaptada o no deseada, que se pretende eliminar.

Previos a Cautela, como antecedentes del condicionamiento encubierto, encontramos otros dos autores: Wolpe (1958), quién empleó la Desensibilización Sistemática (DS) y Homme (1965), quien realizó un control experimental de las conductas simbólicas.

Aplicaciones de la técnica

La tríada de autocontrol de Cautela se aplica a pensamientos o conductas que queremos reducir y/o eliminar.

Estos pensamientos o conductas pueden parecer en algunos trastornos como los trastornos adictivos (como la ludopatía o las adicciones a algún tipo de drogas), los trastornos del control de los impulsos, algunos trastornos sexuales como las parafilias, etc. Es decir, alteraciones psicológicas en las que se pierde el control en la realización de ciertas acciones, de manera persistente.

Otra técnica similar: la detención del pensamiento

La técnica de detención del pensamiento, también de Cautela, es similar a la tríada de autocontrol, aunque no igual.

Dicha técnica se centra, como su propio nombre indica, en el control del pensamiento. Se puede poner en práctica cuando nos sintamos nerviosos o alterados con algún tipo de pensamiento (o varios); para aplicarla, deberemos centrarnos en ellos e identificar los que tengan connotaciones negativas. En ese momento, diremos para nosotros mismos (de forma subvocal): “¡Basta!”. Entonces, sustituiremos esos pensamientos por otros más positivos.

Para que la detención del pensamiento sea efectiva, se necesitará mucha práctica y constancia, a fin de que podamos identificar bien nuestros pensamientos negativos, así como revertirlos y convertirlos en positivos.

Laura Ruiz Mitjana

Enlace: https://psicologiaymente.com/clinica/triada-de-autocontrol

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